Las primeras páginas de la fabulosa historia de la Maison Mumm en la elaboración de vinos se escribieron mucho antes de 1827, fecha de su fundación oficial. Los orígenes de la familia Mumm, cuyo linaje incluye barones y caballeros, se remontan al siglo XII. En 1761 la familia poseía ya un negocio de elaboración y comercialización de vinos con sede en Colonia (Alemania) bajo la denominación «P.A.Mumm», iniciales y apellido de su propietario Peter Arnold Mumm. La compañía era propietaria de extensos viñedos en el valle del Rin, donde elaboraba sus propios vinos.
En los primeros años del siglo XIX, los tres hijos de Peter Arnold Mumm, Gottlieb, Jacobus y Philipp, reconocieron el potencial comercial de los excepcionales vinos espumosos elaborados en la región de la Champagne francesa. Dado que en aquel periodo Alemania y Francia mantenían buenas relaciones, los hermanos Mumm tomaron la audaz decisión de crear una sucursal de la empresa familiar en la Champagne, estableciendo una oficina en Reims, donde contaron con la ayuda de un residente del lugar, G. Heuser.
Desde el principio, la calidad fue la consigna clave para los socios de la nueva entidad fundada en 1827 y lo ha seguido siendo para todos sus sucesores. Este principio quedaría plasmado en el lema acuñado por Georges Hermann Mumm: «Solo lo mejor».
- MAISON MUMM
- HISTORIA
HISTORIA
1827
EN EL CORAZÓN DE LA CHAMPAGNE DESDE 1827
1840
TIERRA Y VID
Los viñedos de la Maison Mumm cubren un área de 218 hectáreas. En dichos viñedos predomina el Pinot Noir (78%), particularmente en la Montaña de Reims, aunque se pueden encontrar también los Grands Crus de Chardonnay en Cramant y Avize, en la Côte des Blancs y el Gran Valle de la Marne, donde prevalece el Pinot Meunier.
La clasificación oficial de viñedos de 1911, denominada échelle des crus, que aún se sigue usando, puntúa los viñedos en relación con diversos criterios, como la calidad del suelo, la exposición al sol y las variedades de uva plantadas. De un total de 319 municipios, esta clasificación identifica 17 pueblos como Grands Crus (los mejores terroirs de la región de la Champagne) y otros 42 pueblos como Premiers Crus.
Con un 98% del total del área de viñedos clasificada en la escala de calidad de los champagnes, los viñedos de la Maison Mumm incluyen 160 hectáreas clasificadas como Grands Crus y están situados en ocho pueblos históricos, cuyas uvas expresan toda la autenticidad de los mejores pagos de la Champagne francesa: Aÿ, Bouzy, Ambonnay, Verzy, Verzenay, Mailly, Avize y Cramant.
La Maison Mumm comprendió muy pronto la importancia de establecer un sistema que asegurara la alta calidad, supervisando cada etapa de la producción, desde el cultivo de las vides en sus viñedos al crucial proceso del prensado.
La Casa demostró su capacidad para la innovación, así como su firme compromiso con el terroir —que no ha flaqueado en ningún momento a lo largo de los siglos—, estableciendo sus prensas en los mismo viñedos, una innovación que simboliza su compromiso con la calidad que hoy continúa vigente. Así, en 1840, cuando la compañía adquirió sus primeras parcelas situadas en Verzenay, al mismo tiempo se construyó e instaló una prensa, que sigue utilizándose en la actualidad.
La Maison Mumm introdujo también una política de suministro inédita en la época: comprar la uva directamente a los agricultores de los mejores viñedos en lugar de comprar el zumo sin fermentar. Este enfoque permitía a la compañía verificar la calidad y seguidamente llevar a cabo el prensado. De esta manera se forjó una auténtica relación de asociación con los productores, a los que la Casa pedía «solo lo mejor».
1852
LA DINASTÍA MUMM
Los von Mumm son una de las más antiguas familias de la nobleza alemana, cuyos orígenes se remontan a la Edad Media. Fue en el siglo XVIII cuando se asoció por vez primera su historia con la producción de vinos. En 1761, Peter Arnold Mumm decidió establecer una compañía de elaboración y comercialización de vinos en Colonia. Transmitió su pasión a sus hijos Jacobus, Gottlieb y Philipp, quienes, a su vez, fueron pioneros en el entonces emergente sector del champagne francés. Cruzaron la frontera y se establecieron en Reims, fundando oficialmente su Maison de Champagne en 1827. En 1852, Georges Hermann Mumm, hijo de uno de los fundadores, tomó las riendas de la compañía que, a partir de entonces, sería conocida como G.H.MUMM et Cie. Con el establecimiento de los viñedos Mumm, sentó las bases de una estrategia empresarial que ponía el énfasis en la excelencia. De personalidad abierta y defensor del progreso social, instituyó el sistema de los prix de vertu y primes d’infortune, diseñado para proporcionar asistencia económica a los trabajadores que se hallaban en situaciones desfavorables debido a su edad o a una invalidez.
Inspirado por la aventura inicial de los padres fundadores de la compañía, Georges Hermann Mumm viajó incansablemente por toda Europa y el resto de continentes, llegando incluso a Australia y Nueva Zelanda, con el fin de comercializar sus champagnes. A principios del siglo XX, la empresa contaba con una veintena de filiales en los principales mercados del mundo, incluyendo los Estados Unidos, Rusia y Canadá, así como Brasil y Perú. La creación más destacada de Georges Hermann Mumm fue el famoso «Cordon Rouge», presentado en sociedad por primera vez en 1875 y que hoy sigue siendo el símbolo de la calidad de la Maison Mumm. La familia Mumm es también conocida por su receptividad frente a las nuevas ideas, así como por su gusto por los retos. Entre sus miembros hay varias figuras célebres, y no sólo en el ámbito de la elaboración de vinos. Por ejemplo, el aviador Walther von Mumm, que tomó parte en las primeras pruebas de dos monoplanos junto a Louis Blériot. Walther von Mumm, por su parte, fue campeón de bobsleigh y con su equipo, formado por cuatro hombres, compitió en los Juegos Olímpicos de Invierno de 1932.
1876
CORDON ROUGE: EL NACIMIENTO DE UN ICONO
En 1876, Georges Hermann Mumm tomó una decisión que cambiaría el destino de la Casa. Como homenaje a sus más prestigiosos clientes, hizo decorar el cuello de las botellas de su Cuvée Brut con una cinta de seda roja. El adorno estaba inspirado en las bandas rojas otorgadas a aquellos a quienes se concedían las más altas condecoraciones de Francia: la Orden Real y Militar de San Luis y el Grand Cordon de la Legión de Honor. Más allá de la fuerza visual del Cordon Rouge, esta decisión convertía a la Maison Mumm en embajador del espíritu del champagne, en merecido reconocimiento de sus logros. Protagonista de numerosos carteles pintados por artistas de principios del siglo XX, Mumm Cordon Rouge aparece también en las páginas de las aventuras del intrépido reportero Tintín, de Hergé. Asimismo, lo encontramos en pinturas de Utrillo y Foujita, e incluso en no pocas películas. Mumm Cordon Rouge ha sido elegido, a menudo, por grandes personalidades para sus cenas y celebraciones y está muy vinculado a las creaciones de los chefs más prestigiosos.
1900
EL «CHAMPAGNE DES SOUVERAINS»
Numerosas familias reales de toda Europa, incluidas las de Austria-Hungría, Bélgica, Países Bajos, Prusia, Dinamarca, Suecia y Noruega quedaron cautivadas por el estilo de la Maison Mumm.
Nombrado proveedor oficial de champagne de la realeza británica en 1904, Mumm ya tuvo el honor de servirse en el banquete del Derby Day que tuvo lugar en el palacio de Buckingham ese año.
Para conmemorar este honor, la Casa preparó una etiqueta especial con la frase «G.H.MUMM et Co., Champagne des Souverains» y con los escudos de armas de sus clientes más insignes.
En la actualidad, la Maison Mumm sigue siendo proveedor oficial de champagne de Su Majestad la Reina Isabel II, como evidencia el Royal Warrant que decora el cuello de sus botellas.
En 1900, cuando se introdujo el Cordon Rouge en el mercado inglés, el eslogan elegido fue «the most expensive, therefore the best» (el más caro y, por tanto, el mejor). La Maison Mumm ha vendido siempre sus champagnes a precios relativamente altos. Cuando la Maison Mumm fue fundada en 1827, había champagnes al por mayor en el mercado francés a 2,75 francos, mientras que la nueva compañía vendía su producto a 3,50 francos.
Es el precio que se paga por una calidad superior. Resueltamente orientada a la exportación, las ventas de la Casa pasaron de medio millón de botellas en 1879 a tres millones en 1913, con lo que se convirtió en el elaborador de champagne líder del momento.
1920
RENÉ LALOU, EL VISIONARIO
En 1920, René Lalou se convirtió en miembro del Consejo de Administración de Mumm. Para este visionario, el terroir y la calidad eran las claves del desarrollo de la compañía. Puso en marcha una importante reorganización de los viñedos de la empresa, restableció parcelas míticas y compró más viñedos Grand Cru. Al frente de G.H.Mumm durante casi cincuenta años, fue el motor del desarrollo de la Casa durante el siglo XX. Es imposible hablar de René Lalou sin mencionar el arte. Lúcido esteta y mecenas, fue él quien estableció personalmente la vinculación de la historia de G.H.Mumm con la de la pintura del siglo XX. Prominentes artistas pondrían su talento al servicio de la creación de imperecederas obras para la marca, incluidos los pintores Utrillo y Foujita.
Su filosofía puede resumirse en el famoso lema de Georges Hermann Mumm, que él hacía insertar en todos los contratos de la compañía: «Solo lo mejor».
La Cuvée René Lalou fue creada en honor del legado excepcional de este gran hombre. Solo existen nueve añadas de este preciado champagne, elaboradas entre 1966 y 1985. Estas botellas alcanzan precios altísimos en las subastas de vino para coleccionistas, aunque algunos de los mejores restaurantes del mundo todavía disponen de Cuvée René Lalou en su carta de vinos.
En 2007, el Chef de Caves decidió hacer revivir este emblemático champagne, ofreciendo así su propio tributo a esta importante figura, con Cuvée René Lalou 1998. Excepcional en todos los sentidos, esta cuvée fue producida utilizando las mismas variedades, cultivadas en las mismas parcelas que su ilustre antecesora. A esta le siguió la añada del 1999. Y la leyenda continúa…
1957
LA ROSA DE LÉONARD FOUJITA
Cada botella de Mumm Brut Rosé contiene una auténtica obra de arte: la rosa que embellece la chapa que cubre el tapón de corcho, firmada por el pintor japonés afincado en Francia Léonard Foujita.
Al poco tiempo de su llegada a París, en 1913, Foujita se hizo amigo de Picasso y Apollinaire, convirtiéndose en uno de los artistas más célebres de Francia en el periodo de entreguerras. Tras una época nómada, se instaló definitivamente en su país de adopción a principios de los años cincuenta.
En 1957, René Lalou, Presidente de la Maison Mumm, buscaba un símbolo para reforzar la imagen de su champagne rosé. Ávido coleccionista, pidió a Foujita que trabajara en alguna idea y el artista le presentó una acuarela. Acababa de nacer «La rosa de Léonard Foujita».
La rosa sellaría el vínculo de amistad que ya existía entre los dos hombres. Foujita se convirtió al cristianismo y fue bautizado en Notre-Dame de Reims, con Lalou como padrino, que incluso le cedió un terreno en Reims, cerca de la Maison Mumm. En él, el artista se hizo construir una capilla que diseñó y decoró personalmente. Este lugar excepcional aún puede visitarse en la actualidad.
2009
EN LA MESA DE LOS GRANDES CHEFS
«Solo lo mejor». El lema de Georges Hermann Mumm podría ser también el de los más grandes chefs de hoy y de ayer. Esta mentalidad compartida explica, en gran medida, la fuerza del vínculo que une a los champagnes Mumm con la alta cocina.
Se trata de una relación que ha sido alimentada a lo largo de los años, como ponen de manifiesto las botellas producidas por Mumm en el siglo XIX, personalizadas para importantes restaurantes y hoteles. Incluso en esa época, los champagnes de la Mumm aparecían mencionados regularmente en publicaciones dedicadas a exponer los puntos de vista de los principales árbitros del buen gusto, que incluían los menús de las recepciones a las que asistía la crème de la crème de la sociedad. La marca también mantenía excelentes relaciones con prestigiosas asociaciones profesionales de gourmets.
Consciente de la importancia de este legado, desde 2009, Mumm organiza «Menus de Légende», un evento gastronómico anual único que asocia el champagne y la alta cocina. En la edición de 2011, varios chefs poseedores de estrellas Michelin —entre ellos Jean-Pierre Vigato, Paul Bocuse y Michel Sarran— fueron invitados a reinterpretar los menús de cuatro de sus ilustres predecesores: François Vatel, Antonin Carême, Auguste Escoffier y Fernand Point. Cada cocinero dio una segunda vida a las creaciones de esos genios de la gastronomía, en total armonía con los champagnes Mumm.